El
que parte y reparte se lleva la mejor parte, dice la sabiduría popular. Y en
esto, como en tantas otras cosas, acierta de pleno. Veamos.
Si
tenemos un poder político que controla un medio de comunicación (público, por
supuesto), y que también controla un órgano que, a su vez, debe controlar los
medios de comunicación (públicos y privados), ¿cómo podría hacer otra cosa
distinta a elogiar la diversidad del medio controlado por los mismos que
les controlan a ellos?
Aunque
ese medio dedique el noventa y uno por ciento del tiempo de los informativos
-espacios de adoctrinamiento, propaganda y lavado de cerebro sería quizá una
denominación más ajustada, si bien bastante más larga y prolija- a los grupos
separatistas. Y no para criticarles, precisamente.
Naturalmente,
esta última frase no es sino una conjetura por mi parte. Sin embargo, estaría
dispuesto a apostarme pincho de tortilla y caña, o duros contra pesetas, a que
no me he equivocado en lo más mínimo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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