De
acuerdo con la Constitución Españoña de 1.978, el Estado es aconfesional. Hasta
ahí bien. Lo que ocurre es que los giliprogres suelen obviar la segunda
parte del apartado tercero del artículo 16, que dice que Los poderes públicos
tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán
las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás
confesiones. Y les guste o no les guste, que no les gusta, España es mayoritariamente
católica, siquiera de boquilla.
Pero
eso, claro, no les interesa. Los socialistas felicitarán el Ramadán a los
musulmanes, pero no Hannukah a los judíos o la Navidad a los cristianos. Y si
hay una misa, no oficial, a la que asiste el Jefe del Estado y su familia, una
ceremonia por las almas de los más de cuarenta mil fallecidos por causa del
Covid-19, Sin vocales se sacará de la manga una entrevista de trabajo
con los portugueses -entrevista prescindible, entrevista posponible y, sobre
todo, entrevista que no le impediría estar en Madrid a tiempo para la misa-
para no tener que pasar por el trago de que le piten, le chillen y le llamen
asesino.
Porque
el yerno del proxeneta homosexual es un individuo amoral, rencoroso, embustero,
ambicioso, despiadado, miserable, rastrero, traidor. Es todo eso, sí. Pero, además, es profundamente cobarde.
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario