Una
cualidad -por decirlo de alguna manera- que tienen los políticos españoles de
izquierdas es que me hacen dudar. Con ellos, nunca estoy seguro (de algunas
cosas, de otras no tengo dudas). Los que me conocen saben que soy persona de
opiniones tajantes, en blanco y negro, radicales incluso (según algunos); pero,
ya digo, con el dúo Picapiedra hay veces que no tengo las cosas nada
claras.
Tomemos
el caso de la vuelta de Sin vocales desde Bruselas y su entrada en el
salón del consejo de ninistros, donde fue aplaudido por los miembros del
desgobierno y de su gabinete. ¿Qué razón había para tales aplausos? Podría ser
que pensaran que lo había hecho rematadamente bien: son tan estúpidos como para
eso. Podría ser que pensaran que lo había hecho mal, pero al fin y al cabo es
quien les ha puesto ahí y quien, constitucionalmente, puede quitarlos: son lo bastante
miserables como para eso. Podría ser que el propio Pdr Snchz les hubiera
encargado (¿pedido? ¿ordenado?) que le aplaudieran: tiene el suficiente ego, complejo
de inferioridad, fatuidad o combinación de varias de las anteriores como para
eso.
En
cambio, que la calientacamas de Galapagar no llevara puesta la mascarilla en la teatral ovación no me supone ninguna duda: es tonta del culo
con ataques epilépticos.
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
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