En
el mundo actual, la política es, básicamente, cuestión de imagen. Probablemente
sea así desde hace cosa de sesenta años, con el celebérrimo debate entre los
dos candidatos (con posibilidades de ganar) a la presidencia de Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy y
Richard Milhous Nixon. Siendo los dos individuos con parecida carencia de
escrúpulos -aunque la del californiano es más conocida que la del massachusettense
(sí, ese es el gentilicio)-, fue el aspecto juvenil y bronceado de JFK el que
decantó la balanza a su favor… pero sólo entre quienes siguieron el debate por
televisión: los que lo hicieron por la radio se decantaron mayoritariamente por
Nixon como vencedor del debate.
A
lo que vamos. Cuando hace unos días saltó la noticia de que Fernando Simón se
había marchado a hacer surf a Portugal en plena oleada de rebrotes, lo que pensé fue que, siendo benevolentes
(mucho), tenía todo el derecho a hacerlo… y todo el deber de no hacerlo. Porque
ha quedado como el culo (para algunos no es que antes estuviera mucho mejor…). Más aún después de decir que pensaba que no iba a ser reconocido.
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
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