Cuando
se queman retratos de la familia real o ejemplares de la Constitución, es libertad de expresión. Cuando se hace
un programa pretendidamente humorístico en el que se dispara a fotos de
esa misma familia, es libertad de expresión. Cuando se quema la bandera de
España, es libertad de expresión. Cuando se silba el himno de España y al Jefe
del Estado (a quien Dios guarde muchos años, aunque sólo sea para fastidiar a
todos los anteriores), es libertad de expresión.
Pero
¡ay!, si a alguien se le ocurre disparar con una escopeta a fotos de Sin
vocales, el Chepas, su calientacamas, el resultado del espermatozoide más dotado y el ministro Pekeño, grabarlo en vídeo y
subirlo a las redes sociales, entonces, amigo, la has cagado, porque entonces
echarán sobre ti todo el poder de que disponen hasta detenerte. Policialmente hablando, digo.
Sé
que me repito, pero esto ya lo dijo Orwell hace casi tres cuartos de siglo.
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario