Cuando
la derecha nombra a alguien, y ese alguien resulta ser conocido de quienes le
nombran, para la izquierda ese nombramiento se ha producido por el
conocimiento, no por los méritos inherentes y objetivos del nombrado.
En
cambio, cuando la izquierda nombra a alguien, ese alguien es siempre el más
idóneo para el puesto, el mejor preparado, el candidato óptimo. Sin embargo, no
deja de ser una malvada casualidad que el sobrino de doña Rojelia, las
sucesivas calientacamas del Chepas, la mujer del yerno del
proxeneta homosexual o, por recurrir al último ejemplo, el mejor amigo del dctr
Snchz, sean siempre los mejor preparados para el puesto que sea.
Claro,
que cuando el puesto se crea ad hoc, no hay discusión posible…
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