Frente
al sectarismo criminal de los que antepusieron su ideología a las vidas de los
españoles, en el Ayuntamiento de Madrid se han firmado, por unanimidad, acuerdos
para encarar la recuperación económica de la capital.
No
han hecho falta comisiones de reconstrucción, ni pactos de La Moncloa.
Ha bastado con buena voluntad (sí, hasta de los comunistas… quién lo iba a
decir) y mirar por aquellos a los que se representa -que en este caso son todos
los madrileños, no sólo aquellos que votaron una u otra opción- en lugar del
ombligo mismo.
Mientras,
a nivel estatal, un psicópata y un machista totalitario conducen la nave del
Estado hacia el precipicio. Y no hay trazas de que piensen levantar el pie del
acelerador.
Por
ello, y por mucho más…
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