lunes, 13 de julio de 2020

La dura realidad

Inasequibles al desaliento, los totalitarios de izquierdas -vienen a ser términos intercambiables, al menos en España- hacen grandes proclamas, campanudas y rimbombantes, sin que se les mueva un pelo de la ceja.
Lo malo es que luego llega la realidad y se estampanan (con nuestro dinero, pero se estampanan). Hace no tanto, el vicepresidente tercero del desgobierno socialcomunista decía, tan pichi él, que las grandes fortunas estaban deseando pagar más impuestos. Por patriotismo, decía él.
Hace un mes, en una reunión convocada por la CEOE a la que acudieron las grandes empresas del país, representados por sus primeros espadas, quedaron claras unas cuantas cosas. Entre ellas, que estos grandes empresarios -algunos de ellos hechos a sí mismos- no están de acuerdo con las subidas de impuestos a las grandes empresas y a los sectores estratégicos, o la derogación de la reforma laboral del PP.
Parece que no había tanto patriotismo, ¿eh, Chepas? Al menos, en el sentido que tú decías, que consiste, básicamente, en llenaros los bolsillos tú y los tuyos…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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