Parece
como si alguien hubiera estado esperando a que me quejara (otra vez) de la
politización de la justicia para que saltara la noticia de que el juzgado había
revocado el tercer grado del bleferóptico con sobrepeso, los Jorges, Forn
y Romeva.
Lo
verdaderamente triste es que algo es lógico, tanto desde el punto de vista
jurídico como del legal o el político, resulte ser una noticia…
¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!
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