Una
tal Fundación de Estudios de Economía Aplicada, de la que no tenía
noticias hasta ahora (buscando en internet me encuentro con que ellos mismos
dicen que nació en mayo de 1985 gracias a la iniciativa, el compromiso y el
trabajo de Luis Ángel Rojo, director en aquel momento del Servicio de Estudios
del Banco de España) propone introducir un recargo extraordinario en el
IRPF de manera temporal y hasta que se consigan equilibrar las cuentas
públicas, después de que la crisis del coronavirus vaya a disparar el déficit
público por encima del 10% del PIB según las estimaciones de distintos
organismos. Vayamos por partes.
En
primer lugar, subir los impuestos en época de crisis no es, desde mi punto de
vista -y algo sé de Economía… literalmente: sé algo, no mucho, pero sí algo-, una buena idea,
sino todo lo contrario: cuando la gente se muere de sed -edifico la metáfora
sobre la marcha-, lo ideal es dejarles beber, no quitarles la cantimplora.
Pero
es que, además, las medidas temporales, sobre todo las de este tipo,
acaban siendo permanentes. Y si se hace hasta que se consigan equilibrar las
cuentas públicas, devienen perpetuas, porque la clase política actual -y la
izquierdista gobernante, menos aún- no es proclive a cuadrar nada, sino que,
como dice el Chepas -ése incapaz de decir bien el nombre de una de las
empresas auditoras más importantes del mundo-, lo que hacen es gastar, gastar y gastar.
Por
ello, y por mucho más…
¡¡¡EL
GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!
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