De
momento, las entradas bajo este epígrafe parecen haber abandonado el tema
concreto del juicio a los golpistas del 1 de Octubre, y sus derivadas, para
vagar por el ámbito mucho más amplio de todo lo que tenga que ver con el
catalanismo secesionista. Porque, en un país normal, toda esta gente llevaría
mucho tiempo en la cárcel o, al menos, visitando los tribunales con más
asiduidad de la que lo hace.
Pero
no estamos en un país normal, y ellos lo saben. Y por eso dicen y hacen las
mayores tonterías, sabiendo que nadie les va a hacer caso; que si les hacen caso,
nadie les va a tomar en serio; y que si les toman en serio, no les va a pasar
nada. Y eso les ha malacostumbrado, y por eso siguen con su actitud.
Pero
al otro lado de los Pirineos, las cosas no son iguales. Por eso, cuando Arturito
Menos hacía giras por Uropa para vender el secesionismo catetonio,
nadie que mereciera la pena les recibía. Y por eso, cuando un consejero
regional dice cosas como que el índice digital de la Comisión Europea sitúa
a Cataluña en el top 5 de los países más digitales de Europa (España, el 12).
Ahora imaginemos en qué lugar estaríamos si tuviéramos el dinero y la capacidad
legislativa de un Estado. Muy buena nota en conectividad, Gobierno digital y
talento, un funcionario de dicha comisión -y español, para más datos- no
tiene el mayor empacho en señalar que tan solo comentar que la Comisión
Europea no configura el índice DESI a nivel regional. Por tanto, no presenta
datos de Cataluña, sino de España.
¡Zas!
En toda la boca.
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