Hay veces en que a uno le da por pensar si el psicópata de la Moncloa convocó a lo peorcito de cada casa para integrarles en el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer -es decir, si ya venían así de fábrica- o si, por el contrario, se volvieron así por contacto.
Porque ni uno se ha librado de estar metidos,
en mayor o menor medida, en pufos que, aun siendo éticos -legales- resultaban
profundamente estéticos y habrían hecho que el Pedro Sánchez que no era todavía
presidente del Gobierno les expulsara del mismo por no superar el listón de
honestidad que él mismo estableció (claro, que tendría que empezar por
marcharse él mismo, pero eso es otra historia).
Incluso los que parecían más profesionales,
con una trayectoria más destacable, acaban pringados. Y es que el juez ha
incluido a Nadie Peludiño en la investigación de la trama PSOE,
por una ayuda del Instituto de Crédito Oficial a Air Europa por ciento
cuarenta y un millones de euros.
Unos veintitrés mil quinientos millones de las antiguas pesetas, para que hacernos una idea los que ya peinamos canas.
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