domingo, 3 de noviembre de 2024

Sobre sectario, miserable e indigno

Si ayer daba razones de sobra para que el fiscal particular del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer (y estas tres últimas palabras valen tanto para el órgano colegiado como para el unipersonal), hoy toca mencionar una más.

Y es que, por si quedara alguna duda, el sucesor de la barragana del juez prevaricador -puede que ya están casados, pero cuando se produjo la sucesión, no- se encarga de ir arrastrando por el lodo, vez tras vez, el prestigio que alguna vez pudiera haber tenido.

Cuando arrecian las críticas contra él por parte de la gran mayoría de la sociedad -no de aquellos a los que debe su puesto, ni tampoco de los de que le deben el puesto a él-, en lugar de estarse callado, lo que hace es amenazar diciendo que maneja material muy sensible y que, si quisiera hacer daño, tiene información de sobra.

Uno ya no sabe si el psicópata de la Moncloa no le desautoriza porque el fiscal es otro de sus perritos falderos… o porque le está gruñendo mientras muestra los dientes y le mira fijamente los dídimos.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

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