Cuando el diablo se aburre, dicen, mata moscas con el rabo. Cuando lo hacen los giliprogres, lo que hacen es gastarse el dinero público en sandeces, en lugar de arramblar con él a manos llenas, que es lo que suelen hacer.
Es el caso de la bruja Piruja,
primera edil de Barcelona… y así va la ciudad. Su última ocurrencia, de momento,
ha sido crear un centro de nuevas masculinidades para reeducar a
los hombres.
A esta señora (en el
sentido que Groucho Marx le daba al término; es decir, que la llamo así porque
no la conozco lo suficiente… circunstancia que no lamento en absoluto) le diría
que, si después de cuarenta años en los que la educación ha estado sistemáticamente
dirigida desde la izquierda los hombres siguen siendo como a ella no le gusta
que sean, caben dos posibilidades: o bien son así, y no hay manera de
cambiarles, o bien los de izquierdas son una panda de inútiles que tampoco
saben cómo reeducar a los hombres.
Elige tú, lector, la que más rabia te dé.
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