El Chepas, ya lo dijo él mismo aunque no aplicándoselo a sí mismo, es un vago de siete suelas (lo que dijo fue, más o menos, que trabajar duro es de idiotas). Un jeta, un vividor, alguien que quiere pegarse la vida padre sin dar un palo al agua.
Y como lo de la política parece
que se le ha terminado, y es dudoso que nadie quiera acudir a sus clases (nadie
que quiera aprender algo, se entiende), ahora anda buscando montarse un programita
de televisión. Y como Roures, por mucho que diga que andan a pachas, está más
pelado que pelado, Junior andaba, a finales del mes pasado, buscando inversores en Iberoamérica para su proyecto mediático.
Teniendo en cuenta que nadie
invierte para arruinarse, y que el proyecto del Lenin de Villa Tinaja ofrece
pocas perspectivas de rentabilidad, la única posibilidad que tiene de conseguir
fondos es que se los proporcione algún enemigo de España.
Porque no nos engañemos: la intención del (ex) mamarracho alfalfa, como la de ningún comunista, nunca ha sido eso que se llama hacer país. Hacerse con el país, quizá.
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