No por nada llamo necionanistas a los regionalistas más exaltados de algunas regiones españolas. No es sólo que sean cortos de entendederas, sino que, además, se miran tanto el ombligo que están convencidos de ser los más importantes, no ya del mundo, sino hasta de la entera creación.
La última muestra de lo que digo
es algo chusca… lo que, bien mirado, no tiene nada de extraño. Esta gente está
tan ayuna del sentido del ridículo que su osadía no tiene límites. La
ocurrencia a la que me refiero es la propuesta de vacunar primero a los catalanohablantes del Sur de Francia para que no desaparezca el idioma.
Esta panda de estúpidos no se ha enterado que allende los Pirineos no se andan con tonterías acerca de lenguas regionales, sean dialectos del occitano o la lengua nativa de uno de los más geniales estrategas de la Historia del mundo. Allí, o se habla francés… o se habla francés. Y punto final.
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