De todas las series del Arrowverso, la más peculiar de todas es, sin duda (al menos para mí) Relámpago negro. Y ello, por varias razones.
La primera es bastante obvia: el
reparto es predominantemente, por no decir casi exclusivamente, negro. No
sólo el protagonista principal, sino su familia, el villano recurrente (aunque
éste es albino, con lo que se podría llegar a la retorcida conclusión de que
cuando un negro es blanco, va a ser malvado), las bandas de delincuentes, las
organizaciones secretas gubernamentales… Que el sidekick (o, por mejor
decir, ayudante) del protagonista sea blanco no deja de ser un a mayor
abundamiento.
Luego está el aspecto que
podríamos llamar de crítica social. Se habla del mundo de la droga, de
la brutalidad policial (siempre de policías blancos contra ciudadanos negros,
básicamente adolescentes). Este es el aspecto que me resulta un poco más
cargante (qué le vamos a hacer, soy un blanco de clase media), aunque no llega
a hacerse insoportable. Lo que sí cansa es esa manía de todas las series
de la franquicia de incluir personajes no heterosexuales y, más concretamente,
lesbianas, como si fuera una condición sine qua non para sacar adelante
una serie (de momento, hasta donde recuerdo, Superman y Lois se libra).
Y, finalmente, sus temporadas han sido más cortas, y se han organizado cada una en varias tramas o libros. El final es lo bastante abierto -las tramas de Painkiller, de la jefa de policía, de Lala y Los 100… no se cierran completamente- como para, llegado el caso, retomarlo.
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