sábado, 26 de junio de 2021

Coronavirus (419)

Los desgobiernos de izquierdas en España, aunque critican desde la oposición lo que llaman puertas giratorias, se dedican a colocar a todos los que pueden en todos los sitios que pueden.

Lo que ocurre es que, si se trata de colocarlos fuera de España, no hay manera de hacerlo, salvo pagando: porque el nivel de inutilidad es tal que regalados no los admiten, sino que tenemos que pagar porque se los queden.

Tomemos el caso de la ex secretaria de Estado de Turismo. Tras dos años desempeñando su labor, a mediados del mes de Julio de 2.020 fue cesada. El desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer quiso vender el cese como una especie de ascenso, ya que se incorporaría a la Organización Mundial del Turismo (OMT), aunque no especificaban qué funciones iba a desempeñar.

La destitución se produjo en medio del escándalo por el fiasco de los sellos covid del turismo. Se trataba de unos distintivos que anunció el consejo de ninistros a bombo y platillo: expedidos por el propio Ejecutivo, servirían para determinar a los establecimientos como covid free. Nunca fueron tomados en serio ni por el sector ni por los clientes (oh, maravilla) por sus numerosos fallos (oh, sorpresa).

Pero la susodicha recibió un suculento premio a pesar de su fracasada propuesta. El Gobierno suscribió en diciembre un convenio con la Organización Mundial del Turismo por el cual a la ex secretaria de Estado se le otorgaría un contrato en calidad de Experto (el artículo no aclara en qué era experta) por el percibiría la friolera de ciento veintitrés mil trescientos treinta y cuatro euros al año, en doce pagas, que es el doble de su sueldo anterior.

Los estratosféricos beneficios de la experta en fracasos -con cargo al dinero de todos los contribuyentes que, como ya sabemos, no es de nadie- no acaban aquí. El Ministerio de Industria y Turismo, además, debe compensar con trece mil seiscientos treinta y seis euros a la Organización Mundial de Turismo por el nombramiento de Oliver (poco me parece… como compensación, digo). Otros nueve mil cuatrocientos cincuenta y nueve euros corresponden al seguro médico de la socialista, y tres mil quinientos sesenta y nueve euros más corresponden a gastos de representación, viajes y publicaciones. En total, el nombramiento cuesta ciento cincuenta mil euros al año a las arcas públicas.

Por ello, y por mucho más…

¡¡¡EL GOBIERNO ES RESPONSABLE!!!

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