No se puede decir que la creación de tramas originales fuera uno de los fuertes de Edgar Rice Burroughs, al menos en lo referente a la saga de John Carter. La historia es casi siempre la misma: John Carter, o un protagonista alternativo, se mete en un entorno peligroso en el que conoce a una hermosa mujer. Las cosas empeoran y empeoran, los amantes se separan y, al final, todo se soluciona, son felices y comen perdices.
Eso sí, se las apaña para contarlo
de un modo tan entretenido que todas las veces -y ya van nueve- te atrapa y te
lo lees casi de un tirón (porque, además, las novelas no son demasiado largas).
Y eso sí que tiene mérito.
La novedad en esta novela es la introducción de los seres artificiales que dan título a la obra; pero, como en el caso de la criatura creada por Mary Shelley, la cosa se va de las manos y amenaza con acabar en un desastre de proporciones planetarias... literalmente.
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