Es bastante gracioso -por favor, amable lector, nótese la ironía o, al menos, el tono sarcástico- que algunos maricomplejines digan que el psicópata de la Moncloa está secuestrado por los secesionistas, o que hay que liberarle, o que debemos evitar que tenga que inclinarse ante ellos.
Yo pienso de otra manera. Pienso que
Sin Vocales está haciendo, exactamente, lo que quiere hacer. Podría haber
presidido un gobierno de concentración nacional -es decir, un
PSOE-PP-Ciudadanos-, o un gobierno monocolor apoyado externamente por las fuerzas
constitucionales, pero no: presentó una moción de censura apoyándose en todos
los enemigos internos de España y, cuando no tuvo otro remedio tras las
elecciones generales de año y medio, volvió a apoyarse en esas mismas fuerzas.
Por eso, si ahora va a cumplir la
segunda exigencia de los ierreceos y se sentará con el
bleferóptico con sobrepeso en Septiembre, lo hace porque le apetece, no porque
le fuercen. Además, está por ver si finalmente lo hace o no.
Que no sería la primera vez que este soberbio se cree capaz de engañar a unos y a otros…
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