Decidido a hacer lo que sea con tal de permanecer cinco minutos más en la poltrona, el psicópata de la Moncloa no ve óbice ni cortapisa con arramblar con todo lo que se le pone por delante, de la unidad de la patria hasta la separación de poderes, pasando por el (escaso) prestigio (restante) internacional de España.
Y si para sacar adelante los
indultos a los golpistas que le mantienen en el poder ha de criticar a las
instituciones españolas, las critica. Si tiene que decir que todos ven ya
[en Europa] que el Supremo se ha pasado de la raya, lo dice.
Porque, para él, lo único importante es él. Lo demás no se le da una higa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario