Cogida la carrerilla para indultar a cualquiera que destroce el orden público al otro lado del Ebro, el psicópata de la Moncloa sigue haciendo maniobras.
Ahora se trata de los condenados
por asediar la asamblea legislativa regional catalana (ya sabéis, en cuanto uno
se despista -es decir, se hace a un lado-, los secesionistas catalanes se
despellejan entre ellos).
Pero la cosa le ha salido rana, porque los tribunales parecen decididos a mostrar y demostrar que tienen criterio propio y que ese criterio se basa en la Ley, no en el polvo del camino. Así, el Tribunal Constitucional ha avalado la sentencia del Supremo sobre los condenados por asediar la asamblea legislativa regional catalana, y la ponencia del magistrado Pumpido -si hablé del polvo del camino era por algo- para absolver a los ocho condenados -para ahorrar al Ejecutivo tener que enfrentarse al desgaste de otro indulto- ha sido rechazada por siete votos a cuatro.
Esperemos que los procesos (el independentista y el judicial) sigan por
ese camino…
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