Cuando digo que el odio intestino que se profesan los golpistas catalanes sólo es atemperado por el mayor que sienten por España, no lo digo por decir.
La carta que el bleferóptico con
sobrepeso ha publicado -no se sabe si sinceramente escrita o parte de un plan
mayor- ha desatado las iras del secretario general de los jotapercatos,
que acusa al epistolante de haber orquestado una maniobra para evidenciar su
tutela sobre el presidente del consejo regional de gobierno, que sería un
títere de aquel.
Si les dejamos unos meses sin hacerles ni refitolero caso, se matan entre ellos. Tan seguro como que el sol sale (en la Tierra) por Levante y se pone por Poniente.
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