Al parecer los golpistas catalanes son tan inteligentes –menos lobos, Caperucita-, y el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer tan estúpido -más lobos, Caperucita, más: por jaurías- que el plan que trazaron los primeros -ya hablaremos de eso cuando toque- se está cumpliendo punto por punto, al milímetro.
Es por ello que uno de pregunta
si las trifulcas en que se enzarzan en el seno del contubernio secesionista son
reales, o si entran dentro del paripé que tiene montado esta gentuza… o, si
siendo todo parte del plan, lo disfrutan porque se odian entre sí casi tanto
como odian a España.
Es el caso de los cocomochos, que acusan al bleferóptico con sobrepeso de renunciar a la unilateralidad y declaudicación. ¿Qué claudicación, si todos ellos han dicho que lo volverán a hacer en cuanto tengan oportunidad?
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