Lo malo de la situación en Cataluña no es que los golpistas se salten la Ley. Con ser malo, es todavía peor que encima se jacten de ello. Y con ser malo esto, el colmo es que no pase ab-so-lu-ta-men-te nada de nada. Niente. Nothing. Rien. Nasti de plasti.
Porque la televisión pública
regional ha confesado que usó fondos, destinados a combatir la Covid-19, para financiar contenidos de la cadena, y no pasa nada. Porque uno de los golpistas presos
alardea de haber ejercido como consejero del consejo regional de gobierno,
desde la cárcel y a pesar de estar inhabilitado, y no pasa nada.
Hasta que pase. Y entonces, más de uno se echará las manos a la cabeza y dirá que la reacción es una desmesura.
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