martes, 22 de junio de 2021

Reflexiones atemporales LVI – Irrelevancia mundial

Hubo un tiempo en que España era la primera potencia mundial. Durante algo más de un siglo, nada se movía en el mundo sin que afectara a España, y nada se movía en España sin que afectara al mundo. Incluso cuando una civilización tan cerrada como la japonesa envió embajadores a Occidente, lo hizo al reino que señoreaba sobre la práctica totalidad de la península ibérica.

Pero todo tiene sus ciclos, y España no iba a ser menos. Como tantos grandes imperios antes que ella, y algunos después de ella -Francia, Reino Unido, Alemania, la Unión Soviética, Estados Unidos…-, fueron perdiendo protagonismo. Pero algo nos diferencia de esas naciones, y no precisamente para bien.

Es, en realidad, una diferencia doble: en primer lugar, esos países no se avergüenzan, en general, de su historia (salvo los inevitables grupúsculos giliprogres, empeñados en contemplar el pasado con sus sectarios ojos presentes); en segundo lugar, esas naciones han procurado, de alguna manera, reinventarse, para seguir haciendo oír su voz en el guirigay del concierto internacional.

España, no. Desde Rocroi, prácticamente, todo ha sido un lento pero continuo declinar. Sólo en contadas ocasiones -la guerra de independencia de las colonias inglesas en Norteamérica, el franquismo (sí, el franquismo: Occidente nos necesitaba como baluarte contra el comunismo, ¿o es que Franco habría durado cuarenta años en el poder y muerto de viejo en la cama, con todo un país en contra -Cuéntame cómo pasó dixit-, de no haberlo permitido los poderes que regían el mundo?), Aznar- hemos vuelto a pintar algo (poco, pero algo) en la escena internacional.

Con los suciolistos ha sido metedura de pata tras metedura de pata: Isidoro se dedicó a lamerle el tafanario a Monamí Fransuá, un sujeto tan poco de fiar como puede serlo un político francés de izquierdas; zETAp se dedicó a enemistarse con Estados Unidos, coaligarse con una teocracia genocida y homófoba y unirse a un par de perdedores internacionales como Schroeder y Chirac; y del psicópata de la Moncloa, ¿qué decir? Pues que es una versión corregida y aumentada (esto es, empeorada) del padre de las trolls: apoya a Cuba, apoya a Venezuela, no pinta nada en Europa, no pinta nada en el mundo y el presidente de Estados Unidos -un pedófilo medio senil- no le hace ni refitolero caso. En los diccionarios multimedia debería aparecer el video de Sin vocales caminando al lado de Joseph Biden, sin que este se digne siquiera desviar la mirada en su dirección, como ejemplo ilustrativo de que el mejor desprecio es no hacer aprecio.

Claro, que como siempre hay una idiota disponible para decir una idiotez, tuvo que salir la titular de Chapuzas Exteriores para acabar de rematar la faena: si Masturbito habló de conjunción planetaria, a González Laya no se le ha movido un músculo al presumir de que Pdr Snchz estuvo media hora con Biden y con los otros veintinueve líderes (es decir, que suponiendo que el americano le dedicara toda su atención, le concedió un minuto) y de que tuviera ocasión de departir unosminutos antes del paseo (paseíllo, más bien).

¿A quién se creen que engañan? La (no) mirada de indiferencia de Biden, olímpica.

¡¡¡VIVA ESPAÑA!!!

No hay comentarios: