Creo recordar que alguien (que no logro recordar ni he conseguido encontrar) definió la demagogia como el sistema político en el que un mentiroso se dirige a unos ignorantes. Eso es cierto en el caso del desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia padecer, pero con una circunstancia agravante: el orador, sobre embustero, suele ser tan ignorante como aquellos a quienes habla.
Un buen ejemplo es el de la
indocta egabrense, que afirmó hace tiempo sin que se le moviera un pelo de las
cejas que nuestra Constitución no recoge la igualdad entre hombres y mujerescomo lo hacen otras constituciones, y que llegaría el día en que lo hiciera
efectivamente. Dejando aparte lo heteropatriarcal, binario y retrógrado de la consideración, tal aserto, con ser grave en un político, es disculpable, dado el ramplón nivel intelectual de la actual clase política patria. Pero lo más grave es que Pixidixit es doctora
en Derecho Constitucional.
Debe haber conseguido su doctorado
como su jefe de filas, el psicópata de la Moncloa, consiguió el suyo: pidiendo a
otros que le coparan la tesis. Porque parece bastante evidente que no se la ha
leído, o que comienza a padecer los estragos de la edad y, además de arrugarse
como una pasa, olvida aquello que alguna vez presuntamente aprendió.
En cuanto al doctor Fráudez,
y en relación con el tema al que pertenece esta entrada, dijo hace un par de
semanas que en la Constitución cabría un referéndum pactado, en relación
a Cataluña y las aspiraciones de los golpistas que dirigen esa región de
España. Indudablemente, cabría, pero igual que cabe una bola de bolos en un
dedal: reventándolo.
Que, probablemente, es lo que pretende el malnacido que ocupa el puesto de primer ninistro del Reino de España. Y si no lo pretende, no se le da una higa que ocurra.
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