Cuando el psicópata de la Moncloa dice una cosa, nadie le toma en serio. Es más todo el mundo está convencido de que hará exactamente lo contrario de lo que proclama.
Por eso, cuando hace una
quincena, Sin vocales prometió en el Congreso de los Diputados, con esa
voz campanuda que pone para las grandes ocasiones, que el PSOE jamás aceptará un referéndum en Cataluña, todos se le rieron en la cara. No sólo
los ajenos, sino también los aparentemente propios… sin caer en la cuenta, como
acabo de hacer yo, que dijo el PSOE, no él mismo.
Casado se lo dijo a las claras: o es un mentiroso, o nos toma a todos por tontos. Lo primero está fuera de toda
duda; lo segundo lleva tiempo resultando evidente.
En cuanto al charnego de
descriptivo apellido, indicó al primer ninistro del desgobierno
socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer que también dijo que no habría indultos… denos tiempo. Aquí cometió un error del que nadie, me
parece, se ha percatado.
Porque Sánchez nunca dijo que nunca habría indultos. De hecho, es lo único que nunca dijo sobre los mismos, por más que se le preguntara en diferentes ocasiones y de múltiples maneras. Así que, en eso al menos, nunca mintió.
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