Puede saberse mucho de una persona, o de una organización, observando a sus compañeros de mesa. zETAp, por ejemplo, permaneció sentado al paso de la bandera estadounidense -lo que, aparte de ser un error estratégico, fue una descortesía flagrante-, y se sumó a la llamada alianza de civilizaciones propugnada por dos amenazas tan serias para Occidente como Turquía e Irán.
El psicópata de la Moncloa podría haber formado gobierno con ayuda de populares y pomelos, pero prefirió apoyar el desgobierno socialcomunista que tenemos la desgracia de padecer en una batahola de golpistas, terroristas y regionalistas aprovechategui (esto último tampoco es de criticar -lo de que los localismos vendan caro su apoyo, digo-, visto cómo les ha ido a vascos y catalanes).
Y los políticos etarras y los Clicks Unidos de Playmobil se han reunido con el narcodictador venezolano para conseguir la fractura de España y exigir la liberación de los terroristas asesinos de ultraizquierda.
Lo dicho: dimo con quién vas y te diré qué clase de tipo eres.
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