Los separatistas catalanes y vascos comparten varios rasgos en común. Uno de ellos es el supremacismo, el creerse superiores a los demás en general y a los españoles en particular.
Del supremacismo vasco poco hay
que decir. Su lengua es la más antigua, su fisonomía inteligente y noble (la
del español, inexpresiva y adusta), su andar apuesto y varonil -el español, o
no sabe andar (ejemplo, los quintos; se ve que los vascos no hacían la mili) o
si es apuesto es tipo femenil (ejemplo, el torero)-, y su culo es más pequeño, escurrido y elegante.
En cuanto a los catalanes, sobre ser
la fuente de todo cuanto bueno se ha hecho, no ya en España, sino en el mundo
(de escribir el Quijote a descubrir América), ahora resulta que su lengua
es la más rica, puesto que, al parecer, en español no existe un verbo
equivalente a su enraonar, esto es, usar la razón.
Tener el verbo, lo tendrán; ahora bien, lo de llevarlo a la práctica ya es otro tema…
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